Thursday, October 20, 2016

HILLARY Y SU FALSA SONRISA

20 de octubre, 2016
La forzada sonrisa de Hillary Clinton en reacción a los constantes ataques de Donal Trump durante el tercer y final debate de la campaña presidencial estadounidense parece no haberle ayudado a la candidata demócrata.
Tal es asÍ, que el diario londinense Daily Mail se preguntó al dia siguiente si la falsa sonrisa podría costar la presidencia a la candidata, acosada por cada vez más frecuentes preguntas sobre su honradez y capacidad.
Las revelaciones sobre las acciones de la campaña de la señora Clinton por la publicación de miles de mensajes electróonicos intercambiados por sus asistentes y colaboradores, han dejado en claro que la esposa del ex presidente Bill Clinton no se detiene ante nada en su ambición por llegar a la Casa Blanca, donde su pasado como Primera Dama no es muy edificante.
Trump dedicó gran parte de sus intervenciones en el debate a refutar las afirmaciones de su oponente de que sus más de 30 años en la vida pública validan sus antecedentes para ser presidenta.
Trump reconoció la extensa trayectoria de su rival, pero en años, no en logros útiles para el país y los estadounidenses.
Todo ello, en medio de la falsa sonrisa de la candidata, vestida esta vez de blanco y con una muralla de maquillaje en la cara.
Indudablemente el tenso debate fue ganado por Trump, pero al final el billonario candidato republicano abrió, innecesariamente, un nuevo flanco de ataque para sus adversarios en la prensa al responder al moderador, Chris Wallace, que mantendría el suspenso sobre si aceptaría el resutado de las elecciones del 8 de noviembre que ha insistido, están manipuladas en su contra por sus adversarios y en especial la prensa.
Ese fue un regalo para sus detractores. Hoy los diarios, la televisón, las radioemisoras y los sitios de Internet destacaron constantemente esa respuesta; y por supuesto, dejaron de lado el hecho de que durante los 90 minutos del debate la señora Clinton sonrió constantemente, algunos dirían que idiota e infantilmente, a las verdades lanzadas en su cara para las cuales no tenía respuesta.