Monday, July 27, 2009

Se acaba la luna de miel

Tiempos difíciles para Obama
Se acaba la luna de miel
Por Herman Beals

Hay lunas de miel que terminan la noche de bodas. Con la entusiasta ayuda de sus padrinos en la prensa, la de Barack Obama ha durado casi seis meses, pero hay múltiples indicios de que la bonanza podría estar en una peligrosa etapa de descenso para el carismático pero inexperto presidente demócrata.
El plan de transformar el cuidado de la salud para darle un fuerte toque socialista y el cada vez más voluminoso deficit fiscal han debilitado al presidente.
Los partidarios del mandatario aseguran que Obama sigue tan popular como cuando llegó a la Casa Blanca el 20 de enero. Pero los números desmienten categóricamente esas afirmaciones optimistas.
La respetada encuesta Rasmussen reveló en la última semana de julio que sólo el 29 por ciento de los votantes apoya ahora sólidamente al presidente, mientras que quienes lo desaprueban, también firmemente, han subido al 40 por ciento entre los electores.
Eso es un índice negativo del 11 por ciento, la primera vez que el mandatario es afectado por una brecha de impopularidad de dos dígitos, señaló Rasmussen.
Pero no es sólo el proyecto de ley sobre el cuidado de la salud y su afán por gastar el dinero de los contribuyentes lo que está dando dolores de cabeza al presidente. Es también su desafortunada incursión en el delicado terreno de las relaciones raciales, un tema a menudo llamado el riel electrificado para los políticos por la sensibilidad que despierta.
Sin estar bien al tanto de los detalles, Obama calificó de “estúpido” al policía blanco de Massachusetts que detuvo a un profesor negro de la Universidad de Harvard durante un confuso incidente en la residencia del catedrático, quien es amigo del mandatario.
El profesor, Henry Louis Gates Jr., profirió amenazas y se quejó a los cuatro vientos que había sido arrestado por ser negro y que el sargento James Crowley había estado poniendo en ejercicio la práctica conocida como “perfil racial” contra los negros y los latinos al actuar contra su persona.
Para mala suerte del presidente, la policía había ido a la residencia del profesor para tratar de esclarecer una denuncia de que alguien estaba tratando de entrar por la fuerza a la casa. El sargento y sus acompañantes no podían saber que era el profesor quien había tenido dificultades para abrir su propia puerta.
El profesor cruzó palabras con la policía, y el sargento, probablemente de manera precipitada, lo arrestó. Pero el incidente no fue una estupidez, como proclamó el mandatario, sino una operación para proteger la propiedad privada.
Tampoco ayudó al presidente el hecho de que una vez Crowley trató de resucitar a un basquetbolista profesional negro de Boston que se desplomó, y falleció luego durante una práctica de entrenamiento. Además de eso, el sargento dicta clases en una academia policial sobre la impropiedad del “perfil racial”.
Para tratar de calmar los áninos, Obama invitó al sargento y al profesor a tomar una cerveza en la Casa Blanca. Ambos aceptaron, pero el mal ya estaba hecho.
Los problemas con sus propios correligionarios para impulsar la reforma médica en el Congreso, las denuncias de que está endeudando al país por dos o tres generaciones y las críticas de ciertos sectores de la prensa que antes lo adulaban, han quitado impulso al político que hasta hace poco parecía intocable.
En las próximas semanas o meses podría surgirle un problema adicional. La ahora ciudadana Sarah Palin pareciera tener la intención de hacer campaña por los candidatos republicanos conservadores ahora que ya no es más gobernadora de Alaska, y es posible que Obama esté en su mira.
Esa intención quedó de manifiesto durante un picnic de despedida en su pueblo de Wasilla cuando declaró, en medio de los entusiasta aplausos de los presentes y en obvia referencia a las excusas
de Obama por acciones de gobiernos que le precedieron en la Casa Blanca, que “debemos continuar amando a nuestro país, debemos estar orgullosos de nuestro país y jamás pedir disculpas por nuestro país”.
Música para los oídos de los conservadores. Otra causa de preocupación para Obama.

No comments:

Post a Comment