Herman Beals
Desde sus tiempos de estudiantes, Vicky era la mejor amiga de Angélica. Un día en su casa de Santiago, y a propósito de un comentario mío sobre el intenso interés que Angélica ponía en sus labores de joven reportera, Vicky me dijo: “Ella es así. Nunca te interpongas en sus causas”.
Poco después, abandonamos Chile con rumbo a Venezuela, que entonces era libre, próspera y democrática. Tras ocho años en Caracas seguimos a Estados Unidos, el país odiado y vilependiado por los izquierdistas y los envidiosos, pero que es es mejor crisol para los inmigrantes del mundo.
Eso fue antes de Allende y Pinochet, de modo que Angélica no fue tocada de cerca por los aciagos días socialistas, primero, y por la dictadura, necesaria pero implacable, que vendría después.
Pero Morita, como le dice la familia, estaba destinada a luchar a la distancia contra las dictaduras y por la libertad de los pueblos oprimidos.
Primero fue Cuba –y lo sigue siendo—y ahora Venezuela.
Angélica fue quizás una de las primeras personas en darse cuenta de que Fidel Castro quería perpetuar su dictadura fuera de las fronteras de Cuba teniendo como fiel discípulo a Hugo Chávez, el semi ignorante ex paracaídista con designos mesiánicos para su país y los venezolanos.
Cuando los hijos --Herman Jr, Carlos y Jennifer—nos dimos cuenta que a la causa cubana se agregaba ahora la venezolana, nos miramos, resignados, pero también dispuestos a colaborar con la Morita en lo que fuera posible.
Sin exageración alguna, me atrevo a decir que miles de cubanos han sido tocados, directa o indirectamente, por la feroz lucha anticastrista y, al mismo tiempo, por la generosidad de Angélica.
Ella ha enviado remesas de dinero, medicamentos, anteojos y hasta “amadrinó” a un cubano para que pudiera salir de la isla. Esto último fue una sorpresa para mí. Un día, cuando vivíamos en Virginia, me pidió que la acompañara al aeropuerto. Cuando le pregunté las razones para ello, me dijo: “Alguién está llegando”.
Así fue como recibimos al refugiado cubano en nuestra casa. Vivió con nosotros durante algunos meses, hasta que encontró trabajo. Tengo entendido que ahora vive con su esposa e hijos en Nueva Orleans.
Así es la Morita.
Primero tecleando en una anticuada computadora y ahora en un moderno “laptop” que le regaló Jennifer, Angélica pasa horas preparando sus “blogs” y sus colaboraciones para diversos sitios de Internet que luchan por la libertad cubana o que tratan de librar a Venezuela del tirano discípulo de Castro.
Día a día le llegan a Angélica decenas y hasta centenares de colaboraciones desde Cuba y de todas las partes del mundo en que la dictadura ha dispersado a los cubanos que no comulgan con el régimen.
Con esas colaboraciones –que relatan las penurias en la isla y la dura realidad que enfrentan muchos cubanos desplazados, especialmente en Europa, donde son recibidos con fanfarria pero pronto abandonados a su suerte—Angélica prepara un “Puente a Cuba” que es diseminado por uno de los sitios más populares, con sede en Miami.
Además, Angélica mantiene dos “blogs” propios, de los cuales, con toda razón, se siente orgullosa.
Primero, era una batalla diaria colocar sus escritos en los blogs que le confeccionó Jennifer, quien es experta en estas cosas. Después siguió otra lucha, porque Morita decidió ilustrar sus notas, De nuevo fue socorrida por Jennifer y amigas en Miami y Venezuela.
Enseguida, pensó que sería bueno tener videos en sus blogs. Durante días se estuvo esforzando por incluirlos, hasta que lo logró con ayuda a la distancia de una amiga cubana en el exilio.
Ahora muestra con orgullo sus escritos, que son reproducidos en decenas de sitios cibernéticos y en la prensa escrita tradicional. A sus ilustraciones agrega sus propios dibujos y caricaturas. Angélica es una consumada pintora con docenas de cuadros que adornan las paredes de nuestra casa.
Todo esto le toma horas de intenso trabajo y la familia le pide que afloje un poco el ritmo. Pero es su causa y ella no lo va a hacer, a pesar de las coyunturas de sus dedos inflamadas por la artritis, enfermedad que muchos días le hace caminar con pena.
Angélica nunca ha estado en Cuba y no lo podrá estar mientras dure la dictadura allí.
Pero yo le he ofrecido llevarla a La Habana tan pronto como los hermanos Castro sean superados por la libertad que inexorablemente llegará a la tierra de Martí. Entonces, quizás muchos cubanos deseará conocer personalmente y estrechar la mano de la amiga que durante décadas han tenido a la distancia.
Saturday, February 20, 2010
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Sabiamos pero nosabiamos tanto.
ReplyDeleteMe ha conmovido conocer tanto de quien tan poco sabiamos. Gracias por compartir esto con los que a diario seguimos a Angelica desde hace muchos años primero en Cuba y ahora en el exilio.
ReplyDeletePor eso y mucho mas siempre la hemos considerado nuestra.
ReplyDeleteConcilio Cubano
SU POST RECORRE MUCHOS BLOGS Y SITIOS GRACIAS
ReplyDeleteNo me habia asomado a este post de mi esposo. Ustedes, como siempre, tan gentiles conmigo.
ReplyDeleteMuchas gracias
Los desvelos que da el cariño son estos wue me dijeron sobre este post y estoy a estas horas diciendo lo mucho que le respetamos y ueremos los muchachos de guantanamo
ReplyDeleteAngelica Mora ha sido lo mejor que nos ha regalado Chile y tenemos una tremenda deuda con ella y esperamos algun dia agradecerle como colectivo unido
ReplyDeleteViva Angelica!
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