Por Herman Beals
NUEVA YORK. Los mismos ingenuos comentaristas que durante un breve período elogiaron a Barack Obama por supuestamente elegir a moderados o centristas como sus colaboradores más inmediatos, han comenzado a dar marcha atrás en sus apreciaciones, aunque sus vaticinios de que el nuevo presidente de Estados Unidos llevará al país al socialismo parecen no tener asidero real … por lo menos hasta ahora.
En todo caso, los pronosticadores no están hablando de un socialismo opresor como el de Corea del Norte o de Cuba, o de un peligroso experimento como el de Hugo Chávez en Venezuela, sino de un régimen al estilo europeo.
Pero, así y todo, la sola posibilidad de que el capitalismo ceda el paso a una economía controlada por el estado pone los pelos de punta a quienes se oponen a las medidas impulsadas por Obama y su Partido Democrático con la intención de sacar al país de una de las peores crisis financieras en su historia.
Las teorías sobre las reales intenciones de Obama fueron expuestas en una reciente columna conjunta de Dick Morris y la escritora Eileen McGann.
“Al igual que las estrellas estuvieron alineadas para Wilson, Roosevelt, Johnhson y Reagan, lo están para Barack Obama. Puesto simplemente, llegamos a la administración de Obama como un Estados Unidos dominado por la empresa y el mercado libre. Pronto seremos como Alemania, Francia, Gran Bretaña o Suecia: una democracia socialista en la cual el gobierno domina la economía, determina las prioridades del sector privado y ofrece una ampliamente gama de servicios a muchas más persona con impuestos muchos más altos”.
Morris, quien fue uno de los principales estrategas políticos de Bill Clinton, se ha transformado en uno de los más implacables críticos del ex presidente y su esposa, la flamante secretaria de Estado Hillary Clinton y, por extensión, del actual mandatario demócrata.
Morris, autor de Fleeced, un libro de gran venta en el que denuncia los excesos y escándalos que rodean a los políticos, repite a menudo en la televisión su creencia de que Estados Unidos marcha hacia el socialismo, una afirmación que encuentra eco en otros comentaristas conservadores o de extrema derecha.
Y aunque eso no parece ser exactamente lo que está ocurriendo ahora en Washington, hay algunas señales de que Obama podría estar coqueteando con ciertas ideas de corte socialista o, por lo menos, con la presencia de impulsores de esa doctrina entre sus colaboradores más allegados. Eso es especialmente cierto entre la media docena o más de “zares” y “zarinas” que le ayudarán en temas de corte social y del medio ambiente. Esos asesores no necesitan de la aprobación del Congreso y, por lo tanto, están sujetos a menos escrutinio.
El caso más explicito de una conexión socialista parece ser el de “la zarina del clima”, Carol Bromner, quien tiene indudables vínculos socialistas, según The Washington Times.
El diario de tendencia conservadora dijo que la ex jefa de la Administración del Medio Ambiente durante el gobierno demócrata de Hill Clinton, estuvo entre los 14 integrantes de un panel que forma parte de la Internacional Socialista, el organismo que impulsa la preponderancia de los gobiernos en la vida de los ciudadanos de las naciones del mundo.
Obviamente, Obama no tiene la intención de llevar al país símbolo del capitalismo mundial a un socialismo extremo, pero, así y todo, en estos días de dureza económica, más y más instituciones financieras están siendo colocadas bajo el manto del “hermano mayor”, como los norteamericanos llaman a la injerencia del estado en todos los aspectos privados de sus vidas.
Sunday, February 1, 2009
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