Tuesday, July 6, 2010

COPA DEL MUNDO: "ESTAMOS TAN CERCA"

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Por Herman Beals

Uruguay luchó valientemente, pero al final debió ceder ante Holanda, un rival que desde el comienzo del Campeonato Mundial de Fútbol pareció destinado a avanzar lejos.

Y así lo ha hecho. Con su victoria por 3 a 2 goles el martes, el equipo color naranja quedó a la espera de conquistar el domingo su primera Copa del Mundo, pero en verdad su balompié ha estado tocando a la puerta de la gloria durante mucho tiempo.

La primera de las dos semifinales –la otra es entre la peligrosa Alemania y la recuperada España— fue de permanente emociones, con buenos goles, nerviosismo en las tribunas y hasta en el último de los rincones de Uruguay y Holanda.

La derrota no sólo dolió a los uruguayos. Toda América Latina lloró con ellos la perdida oportunidad de hacer historia en suelo africano y lograr la elusiva copa dorada que cada cuatro años tiene al mundo a sus pies.

Cuando todo parecía que este sería el año de América, las cosas salieron terriblemente mal para el continente y, con la derrota uruguaya, la dura realidad golpeó a la región: la final será europea.
Pero, aparte de sentimientos nacionales, regionales o continentales, Holanda demostró que su condición de invicta en el torneo –que se remonta a mucho antes de que llegara a Sudáfrica— debía ser considerada con respeto y admiración.

Holanda no atrae la admiración que despierta Brasil, o Argentina, con sus grandes jugadores, pero colectivamente ha integrado un equipo temible y cuenta con figuras notables como Wesley Sneijder y Arjen Robben, quienes anotaron con un intervalo de tres minutos en el segundo tiempo cuando la cuenta estaba empatada a uno y sellaron el fin de Uruguay.

“Esto es inolvidable”, declaró luego Sneijder quien con su conquista igualó los cinco tantos del artillero español David Villla, quedando así ambos a la cabeza de los más prolíficos goleadores del torneo.

“Estamos tan cerca. No hay nada más grande que la Copa del Mundo”, añadió el artillero temido por los arqueros, pero de fácil y amable sonrisa fuera del campo de juego.

Giovanni Van Bronckhorst anotó a los 18 minutos para el equipo holandés y Diego Forlán consiguió la igualdad a los 41, con lo cual el primer período terminó en un justo 1-1.

El marcador se mantuvo empatado hasta los 70 minutos, gracias al buen accionar de Uruguay, pero entonces Sneijder tres minutos después puso a Holanda en una ventaja que no cedería, aunque Maximiliano Pereira colocó el marcador en 3-2 cuando ya se jugaban dos minutos de descuento y el árbitro se aprestaba a señalar el término de la notable semifinal.

No es la primera vez que Holanda ha estado “tan cerca”, como expresó Sneijder.

Dos veces Holanda ha estado a una victoria de ganar la Copa del Mundo, en 1974 y 1978, cuando el mundo se maravillaba con su “fútbol total”. En esas dos oportunidades se resignó a ver como respectivamente, Alemania Occidental y Argentina se titulaban campeones.

Los dos contrastes en las finales de esos años pusieron a los holandeses en una larga y difícil ruta sobre la validez de su fútbol.

Esas dudas parecen haber desaparecido ahora, pero aún les falta los 90 minutos de prueba del domingo.
Uruguay debe jugar ahora por el tercer lugar, un partido que provoca más angustia que placer en los jugadores. Pero no importa lo que haga entonces, los campeones mundiales de 1930 y 1950 regresarán a Montevideo con orgullo y en medio del legítimo aplauso de una nación orgullosa de su gente y de su fútbol.

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