Saturday, July 3, 2010

COPA DEL MUNDO: TRIPLE WATERLOO

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Por Herman Beals

Fue un fin de semana funesto para el fútbol sudamericano y de redención para Europa en la Copa del Mundo que se acerca a sus etapas culminantes en Sudáfrica. De manera casi avergonzante, Argentina se unió a Brasil entre los eliminados en los cuartos de final y también lo hizo Paraguay pero de manera más digna y honesta que sus dos vecinas superpotencias. Sólo Uruguay, a quienes muy pocos le daban posibilidades al comienzo del torneo, salvó el honor de la región y cree que todavía no ha terminado la tarea que se impuso.

Europa, que pareció vulnerable y posiblemente expuesta a los avances sudamericanos en las primeras rondas, al final se plantó con tres equipos en las semifinales, y revalidó sus legítimas aspiraciones al título:

Holanda, que con su solidez expuso las debilidades de un Brasil empeñado en insistir en tácticas que impiden a sus hombres de jugar al fútbol como sólo ellos saben hacerlo, con clase, espontaneidad y alegría.

Alemania, que con juventud y ansia de gol terminó con la arrogancia de una Argentina engañada por su entrenador y por la creencia de que el joven Lionel Messi, que hasta antes del torneo fue celebrado como el mejor jugador del mundo, era un remedio infalible para todos los males del equipo con su enorme talento. Sin embargo, Diego Maradona aprendió de la manera más difícil que “una golondrina no hace verano”.

Y España, que necesitó 83 minutos para superar la resistencia de Paraguay, pero cuya clase de campeón de Europa podría resurgir con toda su fuerza en las instancias finales del torneo.

Después de la clasificación de Uruguay entre los cuatro mejores del mundo, desde el punto penal del viernes contra Ghana, después de 120 minutos de excitantes acciones, todo fue cuesta abajo para los equipos de América del Sur.

Perjudicado por sus propios errores, Brasil cayó por 2-1 ante Holanda, la cual jugó uno de sus mejores partidos desde los días de su celebrado “fútbol total”.

La pena sudamericana no había terminado. El sábado, Thomas Mueller, de quien el locuaz Maradona se había mofado, marcó el camino para Alemania al anotar sólo a los tres minutos de juego. Miroslav Klose, quien parece haber nacido para la Copa del Mundo, marcó a los 68 y 89 minutos. Y Arne Friedrich impulsó la pelota a la red a los 74 minutos.

Después de tiros penales desperdiciados o anulados, el partido entre Paraguay y España parecía destinado a ir a tiempo extra cuando David Villa hizo el único gol del encuentro. Fue su quinto en el campeonato y lo colocó en el primer lugar en la lista de los artilleros más efectivos.

El balón dio en los dos postes y picó detrás de la línea de gol. Paraguay trató de remediar el mal, pero el silbato final pronto puso fin a su empeño y a sus sueños.

España enfrentará ahora en las semifinales a Alemania y Uruguay a Holanda.
Dentro de la pesadumbre por el Waterloo triple del fútbol sudamericano, los miles de millones de aficionados que siguen la Copa del Mundo en sus televisores, y los presentes en los estadios, tuvieron algo positivo que celebrar: Maradona ya no estará más al costado de la cancha ofreciendo un espectáculo bochornoso de gritos, gestos y besos afeminados a sus jugadores.

1 comment:

  1. Maria Benjumea:

    "Herman, he ido siguiendo sus crónicas , aunque sólo veo la Eurocopa y la Mundial, pues me gusta más la rivalidad internacional y todas las historias nacionales de los equipos, que las soporiferas rivalidades entre equipos españoles.
    Me gustó desde el principio su esfuerzo por la objetividad y la elegancia y elogio por los desclasificados, sin ahorrar la crítica allí donde hace falta- Muy buenos sus dardos a ese argentino cuya mención es gafe.
    Acostumbrada a la chabacana y sensasionalista prensa y Tvs deportiva española, leerlo a Ud, es un placer literario.
    Está muy bien lo que dice de La Roja: es paciente, pero sabe ser explosiva. Lástima que Torres esté medio lesionado, pues toda las flores se las lleva Villa,; aún recuerdo el gol de Torres que nos dio la Eurocopa en Portugal frente a los alemanes.
    Seguro que los teutones- ¿quizá sus ascentros, por su nombre Herman?- no han olvidado aquella derrota y se aprestan a la revancha.
    He oido a un jugador de padre alemán y madre sevillana hablando con acento de Triana. No recuerdo su nombre. ¿Lo conoce Ud?
    Un saludo.
    Maria."

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