Thursday, June 24, 2010

COPA DEL MUNDO: 100 AÑOS DE RIVALIDAD

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Por Herman Beals

Paraguay clasificó el jueves a la segunda ronda, uniéndose así a Argentina, Brasil y Uruguay en la sensacional campaña de América del Sur en la Copa del Mundo, pero su hazaña quedó opacada por una derrota que estremeció al fútbol internacional: la eliminaión de Italia que, de campeón hace cuatro años, quedó relegada al cuarto lugar de su grupo.

Italia fue derrotada 3-2 por Eslovaquia con lo cual se cumplieron los vaticinios de que varios de los jugadores del campeonato monarca del mundo estaban en declinación y en precarias condiciones para superar las exigencias del torneo disputado en Sudáfrica.

Después de 70 minutos de deambular inofensivamente por el terreno, los italianos pusieron intensa presión sobre el arco eslovaco y anotaron dos goles pero no fueron suficientes para iguarlar los tres del rival.

El entrenador, Marcelo Lippi, y sus jugadores se retiraron cabizbajos, mientras sus atormentadores de Eslovaquia celebraban frenéticamente.

Paraguay tomó las cosas con calma y empató sin goles con la sorprendente Nueva Zelandia, que así quedó eliminada, a pesar de no haber perdido ninguno de sus tres partidos. Sin embargo, con sus empates superó a Italia en la tabla de posiciones.

Eslovaquia, que estaba en el último lugar en el Grupo F, acumuló cuatro puntos, uno detrás de Paraguay. Los neozelandeses quedaron con tres puntos e Italia con solo dos.

La humillación italiana no fue la primera del torneo entre las grandes potencias europeas. Dos días antes Francia, rival perdedor frente a Italia hace cuatro años en Alemania, regresó a casa en medio de la reprobación de sus seguidores, no sólo por su inefectividad en el terreno, sino por las rencillas y división entre sus seleccionados.

Pero si Francia e Italia no estuvieron a la altura de lo esperado, Holanda, con un récord perfecto de tres victorias en otros tantos partidos en el Grupo E derrotó por 2-1 a Camerún, que ya estaba eliminado, y reafirmó así su aspiración a ganar su primera Copa del Mundo.

Otro país que hizo historia el jueves fue Japón al avanzar a la ronda de los últimos 16 con una victoria por 3-1 sobre Dinamarca, que así quedó eliminada. Es la primera vez que lo consigue fuera de sus fronteras.

Sin embargo, la carrera de Japón podría quedar truncada pronto. Su próximo rival es Paraguay, mientras que el de Holanda será Eslovaquia, cuyos bonos subieron después de haber eliminado a Italia.

Mientras tanto, una rivalidad que se remonta a 1899 estará otra vez en plena fuerza el domingo cuando la poderosa Alemania y la recuperada Inglaterra se enfrenten en Sudáfrica por un puesto en los cuartos de final.

A fines del siglo XIX, y más exactamente el 23 de noviembre de 1899 los orgullosos inventores del fútbol accedieron a jugar contra Alemania, cuyo balompié estaba aún en pañales.

El resultado del encuentro en Berlín fue previsible: 13 para los ingleses, 2 para los alemanes quienes lo hicieron ligeramente mejor dos días después cuando cayeron 10-2. Dos encuentros posteriores contra un combinado alemán-austriaco en las ciudades de Praga y Karlsruhe mostraron que los británicos eran invencibles: 8-0 y 7-0.

Hubo diversos otros encuentros, según se lee en Wikipedia, los primeros entre jugadores profesionales tuvieron lugar en Berlín en 1930 cuando los cañones de guerra comenzaban a ser preparados. Ambos fueron ganados por los ingleses, pero por menor diferencia de goles.

Antes, durante la Primera Guerra Mundial, ingleses y alemanes declararon una tregua extraoficial para jugar fútbol en los días de Navidad. El plan era olvidarse de los combates un día, pero el entusiasmo de los soldados postergó la tregua por una semana.

Un controversial encuentro disputado a finales de 1935 en Londres cuando Adolfo Hitler ya estaba en el poder, provocó protestas en Inglaterra. Los ingleses volvieron a ganar, por 3-0. El último enfrentamiento futbolístico entre los dos países antes de la Segunda Guerra Mundial que fue tan trágica para ambos países, se jugó amte 110.000 espectadores en el Estadio Olímpico de Berlín el 14 de mayo de 1938. Las autoridades obligaron a los futbolistas británicos a hacer el saludo nazi. No hubo una version exacta de cuantos obedecieron, pero la controversia y ultraje que siguieron fueron enormes. Como de costumbre, los ingleses ganaron por 6-3.

No hubo partidos entre ambos durante 16 años, pero cuando reanudaron los encuentros, los ingleses siguieron dominando.

Pero, sin duda el enfrentamiento que define la rivalidad ocurrió durante la final del Campeonato Mundial de Fútbol de 1966 en el estadio de Wimbledon.

Con el marcador igualado 2-2 en tiempo extra, un disparo del delantero ingles Geoff Hurst dio en el travesaño y rebotó en la línea o cerca de la línea de gol. Los ingleses reaccionaron como si se tratara de un gol, pero el árbitro suizo, Gottfried Dienst, no estaba seguro de modo que consultó con uno de los guardalíneas, (como se llamaban entonces) el soviético Tofik Bakhramov, quien le dijo quie había sido un gol legítimo.

Hurst anotó otro controversial gol en lo quedaba del tiempo extra, el primero en marcar tres tantos en una final del campeonato mundial, para dejar el marcador en 4-2. Cuando lo hizo, muchos espectadores habían invadido la cancha, creyendo que ya había sonado el sillbato final.
Los alemanes protestaron y aún protestan, pero desde entonces Bakhramov es un héroe folclórico en Inglaterra.

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