Por Herman Beals
Paraguay y Brasil, aseguraron su pase a la siguiente ronda, logrando convincentes victorias en la segunda jornada dominical del Campeonato Mundial de Fútbol en Sudáfrica.
Contribuyeron así a la excelente actuación de los equipos sudamericanos, que han acumulado nueve triunfos y dos empates, sin derrotas, tras 10 días de frenética competencia.
También México y Estados Unidos han despertado aplausos entre los participantes de la zona norteamerica y centroamericana.
La única derrota de la región fue la que Honduras sufrió frente al buen equipo de Chile.
Argentina ha ido creciendo y tiene prácticamente asegurado un lugar en la ronda de los últimos 16, como es el caso de Brasil y muy posiblemente de Uruguay, México y Paraguay.
Los representantes europeos no han estado a la altura de lo que prometían, con excepción de Holanda, que ha hecho honor a las expectativas previas.
Italia, el actual monarca, Francia, finalista hace cuatro años e Inglaterra, que inventó el fútbol, pero no ha podido salir de su sopor y de la reprobación de sus seguidores desde que en 1966 ganó su primera Copa del Mundo hasta sufre divisiones entre sus propios seleccionados, como ocurre también entre los jugadores franceses.
Corea del Sur y Japón han defendido con honor los colores asiáticos.
Pero salvo por Ghana, el continente africano, sede por primera vez de la máxima cita del balompié, ha sufrido decepciones, con Camerún, los orgullosos “Leones” del legendario Roger Milla, quien cautivó en tres copas mundiales, siendo el primer equipo en quedar oficialmente eliminado tras dos partidos.
La atención del fin de semana también fue acaparada por la descarada decisión del árbitro Koman Coulibaly, de Mali, de anular el legítimo tercer goal de Estados Unidos, que probablemene le habría permitido alzarse con la victoria y los tres puntos frente a Eslovenia, después estar en desventaja de 2-0.
La anulación ocurrió a solo cinco minutos del silbato final.
La FIFA, el organismo rector del fútbol mundial, consciente de su error al permitir que Koman Coulibaly arbitrara un partido tan importante guardó silencio en los primeros días, aunque hubo versiones que el juez, quien durante todo el encuentro perjudicó a los estadounidenses con sus decisiones, iba a ser marginado de la Copa .
La jornada del Domingo 20 fue pródiga en buen fútbol, emociones y decepciones.
Paraguay impuso su calidad con goles de Enrique Vera y Cristián Riveros para derrotar a Eslovaquia por 2-0, encabezar su grupo con cuatro puntos y quedar en óptimas condiciones para clasificar.
Enseguida, los “Kiwis” de Nueva Zelandia lograron la hazaña de empatar 1-1 con los campeones del mundo, quienes atacaron con furia en el segundo tiempo, pero no pudieron romper la paridad. Los neozelandeses celebraron, en el campo y las tribunas, como si hubieran ganado la Copa del Mundo. Los italianos se retiraron decepcionados.
Nueva Zelandia se puso en ventaja, por intermedio de Shane Smeltz, tras un error de principiante del capitán de Italia, Fabio Cannavaro. Vicenzo Laquinta empató para el campeón del mundo mediante tiro penal. Paraguay encabeza el grupo con cuatro puntos, Italia y Nueva Zelandia tienen dos y Eslovaquia 1.
Sin jugar a su nivel acostumbrado, Brasil pasó a la siguiente ronda con seis puntos en dos compromisos. Todavía le falta jugar con Portugal el 25, que es el último día de la competencia por grupos.
Luis Fabiano anotó los dos primeros goles brasileños. El inicial, tras un preciso pase de Kaká. El segundo tanto llegó después de que Fabiano burló a tres defensas en el área chica, pero tocó rapidamente el balón con la mano al recibirlo y en la anotación misma se ayudó bajando la pelota con el hombro derecho. Nadie objetó.
El tercer gol salió de los pies de Elano y, como en el primero, Kaká fue fundamental en el pase previo.
Didier Dragba descontó para Costa de Marfil a los 79 minutos, pero llegó tarde y la cuenta final se mantuvo: tres para los favoritos, uno para Costa de Marfil.
Poco antes del silbato final, la constante provocación de los jugadores africanos degeneró en bochornosos incidentes que terminaron con tarjeta amarilla para Kaká, su segunda y por lo tanto fue expulsado.
El marcador adverso desesperó a Costa de Marfil, que tiene sólo un punto en la tabla de posiciones.
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