Por Herman Beals
Estados Unidos quedó en buena posición para avanzar en el Campeonato Mundial de Fútbol al empatar 1-1 con Inglaterra, cuyo arquero regaló un gol a los norteamericanos cuando los europeos dominaban y estaban en ventaja en el marcador.
“Ese fue un autogol del arquero”, opinó una espectadora al ver como Robert Green dejaba escapar de sus manos un fácil balón y veía con desesperación que no podía recuperarlo mientras avanzaba más allá de su propia línea de gol.
En las estadísticas, Clint Dempsey aparecerá como el autor del gol a los 40 minutos del primer tiempo, pero sin la ayuda de Green su largo remate arrastrado y sin gran fuerza probablemente jamás se habría convertido en gol.
En contraste, en el otro extremo del campo de juego, el arquero estadounidense Tim Howard fue vital en impedir que los ingleses agregaran un segundo y quizás un tercer gol al tanto inicial conseguido, a poco de iniciarse el encuentro, por Steve Garrard.
Argelia y Eslovenia son los otros dos integrantes del Grupo C y con una victoria frente a uno de ellos, los estadounidenses estarían a las puertas de pasar a la ronda de 16. En la misma situación quedó Inglaterra, pero su debut dejó mucho que desear y probablemente perdió bastante de su lustre como uno de los favoritos en Sudáfrica.
La victoria de 1-0 con que Argentina debutó horas antes en el torneo no hizo honor al dominio que ejerció sobre Nigeria, pero los tres puntos conseguidos la dejó en el primer lugar del Grupo B, aunque Corea del Sur aparece en el sitio de honor gracias a su triunfo por 2-0 sobre Grecia, cuyo fútbol parece estar a la par con los problemas financieros que aquejan al país.
La diferencia de gol es importante en los grupos de clasificación porque, en caso de una igualdad de puntos, determina quien avanza a la próxima etapa y quien regresa a casa.
Sin embargo, Argentina no debería tener problemas. El 1-0 del sábado sólo fue un atisbo de la calidad del equipo sudamericano.
Durante muchos pasajes del partido Argentina jugó a paso de tortuga, pero cuando Lionel Messi, considerado el mejor futbolista del mundo en la actualidad, quiso deshacer la defensa africana, lo consiguió con extrema facilidad. Debió haber anotado por lo menos dos goles, pero en la última instancia, se encontró con un obstáculo insalvable: el arquero Vincent Enyeama.
A pesar de la exhibición de calidad dada por Messe, el único gol del partido fue marcado por el defensor Gabriel Heinze, quien cabeceó de palomita un balón enviado desde el tiro de esquina por Juan Sebastián Veron, en medio del desconcierto de la defensa nigeriana.
Después del gol, a los seis minutos, hubo dos espectáculos en el estadio de Johanesburgo: Messi en el campo de juego y el entrenador Argentino, Diego Armando Maradona, al costado de la cancha.
Maradona gesticuló, se quejó, meció su largo cabello y barba, cada vez que una jugada o una decisión del árbitro le parecieron desacertadas. También sufrió cuando su defensa pareció ser el punto flaco de su equipo. En varias ocasiones permitió que los nigerianos se filtraran hacia el arco sólo para desperdiciar sus ataques en el segundo decisivo.
Messi ofreció calidad. Maradona histrionismo, pero a la larga lo que vale es que esta fue su primera victoria en el campeonato mundial como entrenador.
En el partido entre Estados Unidos e Inglaterra, el entrenador italiano de los británicos, Fabio Capello tampoco lo hizo mal, con gestos furibundos y exagerados, pero no como Maradona.
Buenisima descripcion de lo que paso en la cancha en suafrica
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